tras el juego ondulado de su pelo,
se oculta un pensamiento
capaz de destruir
y de crear profundos universos.
Su voz es como el aire, y cuando suena
quebranta el horizonte.
Es como un dios errante,
vagando sobre el mar incandescente
sediento de verdad.
Es la potencia oscura,
arcángel devastado, que al hacerse
consciente de sí mismo se autoinmola,
dejando como ausencia
la desolada niebla.
Santiago Cabrera Márquez
¡Uy, lo que me ha costado seguir tu restro hasta aquí! ¿Ya llevas... tres blogs? ¿Ahora son solo restos webnianos de lo que fuiste y no volverás a ser?
ResponderEliminar¿Y esta blancura? ¿Empiezas una nueva etapa de tí mismo este verano, en la playa? ¿te destuyes y autoinmolas con las olas para renacer poeta menos entrópico?
Tantas palabras y preguntas solo para confesar que te echo de menos...
En realidad, este es mi blog número nueve. Y no, no son solo restos webnianos. En Entropía quedaron fusionados Olor a Pera y el último coletazo decadente de Del salón en el ángulo oscuro; y hoy por hoy, Entropía sigue activo. Los demás blogs... bueno, cada uno tiene su historia. El que está más o menos abierto aún es Relatos de lo oculto, donde seguiré escribiendo relatos.
ResponderEliminarPero creo que has entendido perfectamente el sentido de este último blog y eso me encanta y me sorprende. Efectivamente, el objetivo es poner aquí poemas menos entrópicos, o al menos, menos improvisados. No podría haberlo expresado mejor de lo que tú lo has echo... :D.
Yo también te echo mucho de menos, ¿qué tal te ha ido en tu verano de investigación? ¿por dónde andas ahora? Yo por mi parte, empecé este blog en Spalato.