y siento que mi cuerpo no es hermoso
y el odio hacia mí mismo se concentra
en las letales olas.
Me acerco paso a paso hacia las aguas
temiendo el tacto frío de su abrazo,
que sube por mis piernas con violencia
y corta con maldad la blanca carne.
La espuma sube rauda por mi pecho
mezclando su sal pura con mi sangre,
penetrando mi cuerpo con su odio
de despiadado nácar.
Santiago Cabrera Márquez
wuau!!! me ha gustado mucho, buen comienzo de blog!! :)
ResponderEliminarAla! Me alegro un montón de que te haya gustado. Cualquier palabra de ánimo es especialmente bien recibida.
ResponderEliminarGracias señor enano!
Es muy bueno, enhorabuena, sigue así. Y gracias por permitir los comentarios anónimos, al fin puedo dejarte este.
ResponderEliminarAmalia
¡Muchisisisisímas gracias! Con estos maravillosos comentarios es imposible desanimarse. Gracias a ti por leerlo :D. Y gracias por no darte por vencida a pesar de lo mucho que he tardado en activar los comentarios.
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